Glosario Psicología / Término
Fuera de los trastornos de reconocimiento den el espejo presentes en las demencias precoces, interesarán aquí especialmente los que son debidos a lesiones encefálicas.
La prosopagnosia es un tipo de agnosia donde no se reconocen fisonomías. Algunas veces el enfermo no puede reconocerse frente al espejo o se ve cambiado, fatigado, bizarro. Este trastorno suele estar asociado con desórdenes espaciales y con la memoria topográfica.
En la autotopoagnosia se pierde la localización de partes del propio cuerpo, con una desorganización total y rápida. También se ha visto casos donde el enfermo habla con la figura del espejo creyendo que es un familiar.
El autor participó en una serie de experimentos donde se ponía a pacientes delante del espejo y se les hacían varias preguntas sobre quién es el de la imagen, cuantos años le daba, etc. Los resultados permitieron agrupar a los enfermos en tres categorías, correspondientes a otros tantos niveles de desintegración de las conductas frente al espejo.
Primer Grupo: Constituído por los enfermos que no se reconocen frente al espejo. Dentro de este grupo, había algunos que se comportaban como si no se dieran cuenta que había un espejo, y hasta no prestaban atención a las imágenes. Otros pacientes terminaron por identificarse luego de varios intentos, mientras que otros pacientes se reconocieron al segundo intento.
Segundo grupo: Constituído por enfermos que se reconocen en el espejo pero que son incapaces de utilizar el espacio reflejado. Varios tenían problemas afaso-apraxo-agnósicos. En general, se daban menos años que los reales. La utilización perturbada del espacio reflejado se ve en que cuando se les pide que agarren un objeto situado junto a ellos, los pacientes intentan agarrarlo dentro del espejo. También, cuando se les tiende una mano para saludarlos, intentan agarrar la mano en el espejo.
Tercer grupo: Enfermos que se reconocen, que utilizan bien el espacio especular, pero que son incapaces de señalar partes de su cuerpo en el espejo. Por ejemplo, frente a la consigna 'señale su nariz en el espejo', estos pacientes se tocan su nariz real, a pesar de guiarles la mano hacia el espejo. Se trata de una dificultad para despegarse de sí mísmos.
La conclusión que se obtuvo de estos experimentos fue una alta correlación entre el grado de desintegración de la conducta frente al espejo y el grado de avance de la demencia. Los sujetos con demencias más ligeras estaban en el tercer grupo, y los más demenciados en el primer grupo. También se vio una correlación entre la imposibilidad de reconocer la imagen especular y reconocer su propia imagen en una fotografía. También se encontró alta correlación entre facilidad para reconocerse en el espejo y facilidad para reconocer objetos cualesquiera, y también se vio que estas capacidades dependen de la memoria.
Evolutivamente, el niño primero no presta atención a las imágenes del espejo, luego atiende a las imágenes de las otras personas, y finalmente atiende a su propia imagen, como lo demostraron investigaciones de varios autores, entre ellos Wallon. En los dementes, se ve que la desintegración de conductas superiores hace aparece conductas más antiguas, como por ejemplo no prestar atención a las imágenes del espejo.
Strejilevich Mario, "Temas de psicogeriatría (II)", "A propósito de algunas conductas que los sujetos aquejados de síndromes demenciales presentan delante del espejo".
Muchas personas dicen que se miran al espejo y que no se reconocen, y se preguntan si es un síntoma de la ansiedad, la verdad es que si es un síntoma de la ansiedad, nuestro subconsciente nos quiere hacer creer que esa imagen de nosotros no somos nosotros.
Cuando se tiene ansiedad se sienten mareos, insomnio, perdida del apetito o mucho apetito, no reconocerse a uno mismo y muchos más síntomas, si se sabe cuales son los síntomas de la ansiedad, se sabe si tienes ansiedad, y si lo que te pasa es normal.
La ansiedad crea un estado de irrealidad además de no reconocerse a uno mismo, aveces parece que te estas volviendo loco, pero no es así, es un síntoma muy normal y muy común de la ansiedad, muchas personas sienten lo mismo, y no están ni locas, ni enfermas ni se van a morir, ya que la ansiedad no es peligrosa ni tampoco lo son sus síntomas, así que no tengas miedos si sientes que no te reconoces en un espejo o incluso en una foto.
Solemos tener miedo de los síntomas de la ansiedad que no conocemos, como el síntoma de no reconocerse a uno mismo, es un síntoma que da miedo, pero es porque no lo conocemos y parece que no sea normal, por eso cuando nos pasa eso que no conocemos, nos sentimos aturdidos y confundidos porque no sabemos que esta pasando, y el porque de esa sensación tan rara cuando te miras al espejo y no parece real, que no pareces tu. No reconocerse a uno mismo se llama despersonalización, y no hay nada que temer es algo muy normal en la ansiedad.
Aunque por lo general los humanos usamos el sentido de la vista para reconocernos, ¡claro que es posible! De hecho es uno de los síntomas asociados a los estados de ansiedad.
Es conocido como síndrome de Capgras en honor al psiquiatra francés Jean Marie Joseph Capgras (1873-1950), que reconoció la enfermedad en 1923, con el nombre de l'illusion des sosies (ilusión de los dobles).
En esencia se trata de un trastorno mental que afecta a la capacidad de identificación de una persona, y su causa podría ser una desconexión entre el mecanismo físico del sistema de reconocimiento visual y la memoria afectiva.
Un no reconocimiento que se llama despersonalización provocado por la ansiedad, y que nos crea un estado de irrealidad en el que nuestro subconsciente nos quiere hacer creer que esa imagen de nosotros, pues, que no somos nosotros.
Pero esta pérdida del reconocimiento emocional también se produce con los rostros de los familiares o personas queridas. De hecho Capgras, en su estudio psiquiátrico, habla de una mujer de setenta y cuatro (74) años que afirmaba que su esposo había sido suplantado por un extraño idéntico a él. Un sosias.
Para ella su marido había sido reemplazado por un impostor idéntico a él, por un doble exacto. Veía un rostro conocido, pero no experimentaba las reacciones afectivas correspondientes a la visión de un ser querido, por lo que interpretaba que era un impostor.
Curiosamente, en su caso, no le pasaba con ella misma, ni con el resto de familiares a los que reconocía con facilidad. A todos excepto a su esposo. Ansiedad, una enfermedad a la que cuidar porque aunque no mate, sí mina el intelecto.
Enlace permanente: Espejo síndrome - Fecha de creación: 2018-03-27