Formación

Ha recibido varios significados y desempeñado funciones distintas según la interpretación de los autores. Desde la perspectiva aristotélica y desde el sentido que en ese sistema tiene la palabra "forma", principio de actividad y de inteligibilidad de las cosas, la formación significa cada uno de los pasos en el proceso de desarrollo y perfeccionamiento de la personalidad. Formación expresa el hecho de dar forma a lo informe o facilitar la adquisición de una nueva forma a lo ya formado. En ambos casos se entiende que la forma proporcionada, tanto la incorporada de nuevo como la que se añade, son acciones perfectivas. Al hablar de la " educación como formación, escribió García Hoz, se concibe aquella como medio de dar formas más perfectas al educando, o sea, que al decir que la educación es una formación se dice implícitamente que comunica perfección". En otro sentido, se ha entendido la formación como una actividad realizada en la "estructura de cierta clase de programa, y que existe en la mente de la persona que supervisa el trabajo, para cuya consecución, cada uno de los pasos que se realiza es una parte de la preparación". De este modo, se habla de profesionales que se encuentran en periodo de "formación". Lo decisivo, en este caso, es que el individuo adquiera unas destrezas y se ajuste a las técnicas de su práctica. La educación, sin embargo, implicaría que el ser humano alcance algún grado de autonomía, sea capaz de aportar al conocimiento, o a un campo de actividad determinado, algo nuevo y más valioso de lo que le ha sido transmitido o en lo que se ha ejercitado.