Glosario Teosofía / Término
Con frecuencia hablamos de inspiración, pero en general no se sabe absolutamente lo que es. Hay un gran caudal de inspiración que proviene de nuestros Maestros, los verdaderos guías de la humanidad, los cuales sugieren o proyectan en la mente del hombre las ideas, que éste, por lo regular, no tiene que hacer más que expresarlas a su modo por palabra o por escrito. La verdadera inspiración se distingue de la mediumnidad en que, en esta última, el sujeto es pasivo y queda expuesto a la influencia de cualquiera entidad astral que se halle en sus inmediaciones. Cuando un hombre se encuentra bajo tal influencia, está de ordinario inconsciente, nada sabe de lo que se hace por mediación de su organismo, ni quien lo hace, ni recuerda nada de ello al despertar. Su estado es el de una verdadera obsesión temporal. Mientras que durante el estado de inspiración procedente de los Maestros, el hombre permanece del todo consciente de lo que hace, y sabe a quién presta sus órganos de expresión, sigue con interés todo cuanto ocurre y lo recuerda luego con claridad. -Otras veces la inspiración viene del Ego de uno mismo, del Yo superior o divino, y en otros casos las ideas inspiradas vienen del exterior, de alguna persona del mundo astral o de seres más o menos elevados (Devas, etc.), que habitan los planos superiores. De esto se colige que no siempre las sugestiones son exactas en todos conceptos, puesto que el simple cambio de plano no confiere a nadie el don de infalibilidad. Atendido esto, aconseja la prudencia más elemental que esté uno muy alerta, que considere a fondo cada cosa segun su propio valor intrínseco y no crea con excesiva facilidad toda sugestión de esta índole siempre que no esté completamente seguro acerca de la procedencia de la inspiración; en una palabra: no hay que rechazar nada de un modo irreflexivo, pero tampoco debe admitirse a ciegas cosa alguna simplemente porque llegue el mensaje engalanado con un nombre sublime o con una apariencia atractiva, pues no faltan seres que tienen verdadero afán de engañarnos y son diabólicamente diestros en el arte de la superchecería. (Véase el art. Inspiración, de C. W. Leadbeater, publicado en El Loto Blanco, núms de julio y agosto de 1917)..
Enlace permanente: Inspiración - Fecha de creación: 2012-09-09