Glosario Teosofía / Término
(Sánscrito) Segun las ideas populares, es el dios del amor; un Vizvadeva, en el panteón indo. Como el Eros de Hesíodo, degradado hasta el nivel de Cupido por la ley exotérica, y más degradado aun por el sentido popular que posteriormente se atribuyó a dicho término; así es Kâma un punto sumamente misterioso y metafísico. La más primitiva descripción védica de Kâma sólo da la nota fundamental de lo que simboliza. Kâma es el primer deseo universal consciente de bien y amor en general, y para todo cuanto vive y siente, requiere protección y benevolencia; el primer sentimiento de infinita y tierna compasión y piedad que nació en la conciencia de la creadora FUERZA UNICA, luego que vino a la vida y ser como un rayo de lo ABSOLUTO. Dice el Rig-Veda: “El deseo apareció primero en ELLO, que fue el primitivo germen de la mente, y que los Sabios, investigando con su intelecto, han descubierto en su propio corazón ser el lazo que une la Entidad con la no-Entidad”, o sea el Manas con el puro Âtmâ-Buddhi. No hay idea alguna de amor sexual en el concepto. Kâma es por excelencia el divino deseo de crear felicidad y amor; y sólo siglos después, a medida que la humanidad empezó a materializar, por medio de la antropomorfización, sus más grandes ideales en escuetos y áridos dogmas, Kâma vino a convertirse en la potencia que satisface el deseo en el plano animal. Esto se halla demostrado por lo que dicen todos los Vedas y algunos Brâhmanas. En el Atharva-Veda, Kâma está representado como el Creador y la Divinidad suprema. En el Taittirîya Brâhmana, es el hijo que Dharma, dios de la Ley, de la Justicia, tuvo de Zraddhâ, diosa de la Fe. En otro relato, surge del corazón de Brahmâ. Otros le presentan nacido del agua, esto es, del caos primordial, o “Abismo”. De ahí uno de sus muchos nombres, Irâ-ja, “nacido del agua”, y A-ja, “innato”, y Âtma-bhû, o “Existente por sí mismo”. Por razón de llevar en su bandera el signo de Makara (Capricornio), se le llama también “Makara-ketu ”. La alegoría acerca de Ziva, el “Gran Yoguî”, que redujo a cenizas a Kâma con el fuego de su Ojo central (o tercero), por haber inspirado al Mahâdeva (epíteto de Ziva) amorosos deseos de su esposa mientras él se hallaba entregado a sus devociones, es muy sugestiva, y se dice que por tal medio redujo a Kâma a su primitiva forma espiritual [o incorpórea, Ananga, que es otro de los epítetos de Kâma.] -Véase: Ananga, Kâma y Kandarpa.
Enlace permanente: Kâma-deva - Fecha de creación: 2012-09-09