Glosario Teosofía / Término
(Sánscrito) Metafísicamente, y en nuestra filosofía esotérica, es la forma subjetiva creada, en virtud de los deseos y pensamientos mentales y físicos relacionados con objetos materiales, por todos los seres sencientes, forma que sobrevive a la muerte del cuerpo. Después de esta muerte, tres de los siete “principios” –o, mejor dicho, planos de los sentidos y de la conciencia en los cuales actúan por turno los instintos y la ideación del hombre, a saber: el cuerpo, su prototipo astral y la vitalidad física-, no teniendo ya ninguna nueva utilidad, permanecen en la tierra; los tres principios superiores, agrupados en uno solo, se sumen en el estado de Devachan (véase esta palabra), en cual estado el Ego superior persistirá hasta que llegue la hora de una nueva reencarnación; y el eidolon de la ex personalidad se queda solo en su nueva morada. En ella, el pálido duplicado del hombre que fue, vegeta durante cierto período de tiempo, cuya duración es variable y proporcionada al elemento de materialidad que ha quedado en él, y está determinada por la pasada vida del difunto. Privado como se halla de su mente superior, espíritu y sentidos físicos, si queda abandonado a sus propios designios insensatos, se desintegrará y desvanecerá de un modo gradual. Pero si es atraído violentamente de nuevo a la esfera terrestre, ya por los apasionados deseos y por las instancias de los amigos sobrevivientes, o ya por las prácticas nigrománticas ordinarias –una de las más perniciosas de las cuales es la mediumnidad-, el “fantasma” puede substituir durante un período de tiempo que excede mucho al de la vida natural de su cuerpo. Una vez el Kâmarûpa ha conocido el camino para volver hacia los cuerpos humanos vivientes, se convierte en un vampiro, que se nutre de la vitalidad de aquellos que tanto ansían su compañía. En la India, estos eidolons son designados con el nombre de pizâchas, y son muy temidos, como se ha explicado ya en otra parte. [El Kâmarûpa es nuestra alma animal, el vehículo o cuerpo de los deseos y pasiones, la forma astral del hombre después de la muerte del cuerpo. Pero tiene también otros significados: forma del deseo, o sea una forma que cambia a voluntad; y como adjetivo, significa: que cambia o toma una forma a (su) voluntad o antojo; que tiene una forma agradable o seductora. Así dice el Bhagavad-Gîtâ, aludiendo a la índole variable del deseo y de la pasión: “Pertinaz enemiga del sabio, vela el conocimiento… adoptando la forma del deseo (Kâmarûpa), insaciable como el fuego” (III, 39), “… mata a ese enemigo que tiene la forma del deseo (Kâmarûpa)…” (III, 43).]
Enlace permanente: Kâma-rûpa - Fecha de creación: 2012-09-09