Glosario Teosofía / Término
Planta cuya raíz tiene forma humana. En Ocultismo es utilizada por los magos negros para varios fines ilícitos, y algunos de los ocultistas “de la mano izquierda” hacen homúnculos con ella. Segun la creencia vulgar, lanza gritos cuando se la arranca del suelo. [La Mandrágora, de que se habla en el Génesis (XXX, 14 y siguientes), es una planta cuyas raíces son carnosas, peludas y ahorquilladas, representando toscamente los miembros del cuerpo y hasta la cabeza de un hombre. Sus mágicas y misteriosas virtudes se han proclamado en la fábula y en el drama desde los tiempos más remotos. Desde Raquel y Lea, que con ella se entregaron a la hechicería, hasta Shakespeare, que habla de sus espeluznantes chillidos, la mandrágora ha sido la planta mágica por excelencia. Estas raíces no tienen aparentemente tallo, y de su cabeza brotan grandes hojas, como una gigantesca mata de cabello. Presentan poca semejanza con el hombre cuando se las encuentra en España, Italia, Asia Menor o Siria; pero en la isla de Candía y en Caramania, cerca de la ciudad de Adán, tienen una forma humana que asombra y son sumamente apreciadas como amuletos. También las llevan las mujeres a guisa de amuleto contra la esterilidad y otros fines diversos. Son especialmente eficaces en la magia negra. (Doctr. Secr., II, 30). Los antiguos germanos veneraban como dioses lares unos feos y disformes ídolos a modo de pequeñas figuras fabricadas con la raíz de la mandrágora, y de ahí su nombre de alrunes, derivado de la voz alemana Alraune (mandrágoras). Aquellos que tenían en su casa una de tales figuritas se creían felices, puesto que ellas velaban por la casa y sus moradores preservándolos de todo mal, y predecían el porvenir emitiendo ciertos sonidos o voces. El poseedor de una mandrágora, además, obtenía por su influencia cuantiosos bienes y riquezas. –Véase: Drusos.]
Enlace permanente: Mandrágora - Fecha de creación: 2012-09-09