Glosario Teosofía / Término
Enseña la ciencia esotérica que cada sonido en el mundo visible despierta su sonido correspondiente en los reinos invisibles, e impele a la acción a una u otra fuerza en el lado oculto de la Naturaleza. Además, cada sonido corresponde con un color y con un número (una potencia espiritual psíquica o física) y con una sensación en el mismo plano. Todos éstos hallan un eco en cada uno de los elementos allí desarrollados, y aun en el plano terrestre, en las Vidas que pululan en la atmósfera terrena, incitándolas de este modo a la acción. Así es que una oración, a no ser que sea pronunciada mentalmente y dirigida al “Padre” de uno mismo, en el silencio y la soledad de su “retiro”, debe tener a menudo resultados más desastrosos que benéficos, desde el momento que se considera que las masas son completamente ignorantes de los poderosos efectos que ellas así producen. Para que produzca buenos efectos, la oración debe ser pronunciada por “uno que sepa el modo de hacerse oír en silencio”, cuando, dejando de ser una oración, se convierta en mandato. ¿Por qué nos enseñan que Jesús prohibía a sus oyentes ir a las sinagogas públicas? Debemos suponer que tenía para ello algun motivo, el mismo motivo que induce al ocultisto experto a impedir que sus discípulos vayan a sitios excesivamente concurridos, iglesias, sesiones espiritistas, etc., a menos que estén en simpatía con la concurrencia. (Doctr. Secr., III, 451). En la misma obra citada (I, 606) se lee lo siguiente: Decimos y sostenemos que el sonido es, entre otros, un poder oculto tremendo, una fuerza estupenda, cuya potencialidad más insignificante, dirigida por el conocimiento oculto, no podría ser contrarrestada por la electricidad engendrada por un millón de Niágaras. Puede producirse un sonido de tal naturaleza que levantaría en el aire la pirámide de Cheops, o haría revivir a un moribundo o a un hombre que fuese a exhalar el último suspiro, comunicándole nuevo vigor y energía. Porque el sonido engendra, o más bien atrae y reúne los elementos que producen ozono cuya fabricación está por encima del poder de la química; pero está dentro del límite de la alquimia. Puede hasta resucitar un hombre o un animal cuyo “cuerpo vital” astral no haya sido separado de un modo irreparable del cuerpo físico por la ruptura del cordón ódico o magnético. La que estas líneas escribe ha sido salvada tres veces de la muerte mediante este poder. Por otra parte, ¿qué es la fuerza etérea descubierta por John Worrel Keely, de Filadelfia, y qué es el llamado motor Keely? ¿Qué es lo que obra como formidable generador de fuerza tremenda, de ese poder capaz no sólo de arrastrar una máquina de 25 caballos, sino hasta de levantar en alto toda la maquinaria? Todo esto se ha realizado con sólo pasar por un diapasón un arco de violín, segun se ha probado repetidas veces. Los fenómenos presentados por el referido inventor durante estos últimos años han sido maravillosos, casi milagrosos, en el sentido de sobrehumano. (Doctr. Secr., I, 606).
Enlace permanente: Sonido - Fecha de creación: 2012-09-09