Armada creada en 1635 con la finalidad de proteger a las flotas españolas de los ataques de los piratas y corsarios. Su financiación se realizaba a través de los impuestos denominados “avería” y “situado”, que gravaban las mercancías y servían para cubrir los gastos generados por las dotaciones navales. De esta forma los comerciantes se convertían en los responsables de la protección del transporte de sus productos.
A finales del siglo XVII la Armada de Barlovento no había conseguido el fin para el que fue creada, ya que las potencias europeas continuaban hostigando el comercio de España con América y habían conseguido importantes enclaves en el Caribe, desde los que dirigían de una forma más efectiva el comercio ilícito.
El término de barlovento se usaba como referencia al espacio marítimo por el que los navíos españoles entraban en el mar de las Antillas o mar Caribe en su ruta a América y, más específicamente, al área en conflicto permanente por los ataque de los piratas, que podía incluir las grandes Antillas y la costa de Tierra Firme.