Cortes

En la España cristiana de la Baja Edad Media, se dio desde el siglo XIII el nombre de Cortes (en catalán Corts), a las asambleas políticas integradas, bajo la autoridad y presidencia del Rey, por los representantes de los estamentos sociales de la población del Estado. Desde las “Cortes de Cádiz” de 1812, recibe este nombre el parlamento español.

Las Cortes surgen de la evolución de la Curia Regia, a la cual, hasta finales del siglo XII, sólo eran llamados los prelados y la nobleza, y entre ellos, en numerosas ocasiones, sólo a un grupo reducido de obispos y magnates.

La transformación en Cortes se produjo en el momento en que a las reuniones extraordinarias de la Curia Regia se sumaron los representantes de las villas y ciudades. La primera curia plena a la que acuden algún tipo de representantes de las ciudades es del año 1188 en León.

Alfonso X desempeñó un papel primordial en el desarrollo de las Cortes como instrumento de la política real. Este monarca en su largo reinado convocó numerosas asambleas de las que casi una veintena pueden ser consideradas Cortes plenarias. Utilizó las Cortes para anunciar su estrategia económica, para promulgar nuevos códigos legales y para intentar resolver la cuestión sucesoria, además, las Cortes, financiaron empresas africanas y aspiraciones imperiales. Pero las Cortes eran un arma de doble filo, servían a la monarquía pero podían volverse contra ella.