Revolución industrial

Se entiende por Revolución Industrial, que tuvo lugar primeramente en Inglaterra a partir del siglo XVIII, al conjunto de inventos técnicos que modificaron las condiciones de producción de varias ramas de la economía. La característica más importante que la define es la progresiva sustitución del trabajo manual por el mecánico.

Los desarrollos técnicos más importantes surgieron con el empleo del carbón mineral en lugar del vegetal en la producción del hierro, la invención de la lanzadera mecánica y la máquina de hilar en la industria textil y la invención de la máquina de vapor.

La demanda de trabajo de las industrias nacientes impulsó la migración de la población rural hacia las ciudades; una nueva clase de obreros asalariados comenzó a crecer, hasta el punto de constituirse en muchos países en la mayoría de la población. El campo, aunque despoblándose, no redujo la oferta de productos agrícolas: ello fue debido en parte a los nuevos instrumentos que la industria estaba en condiciones de proveer y, en general, a una mejoría notable en las técnicas de producción que ya venían modificándose desde tiempo atrás.

La incorporación de capital y la creación constante de nuevas tecnologías aumentó la productividad, elevando el nivel de consumo de la población y desarrollando un amplio mercado de bienes y servicios así como, más lentamente, un vigoroso mercado de capitales.

El término revolución industrial fue acuñado por el historiador inglés Arnold Toynbee en 1894.