Glosario Tradición religiosa / Término
(Caritas o también charitas). Esta palabra viene del latín carus, «querido».Calor expansivo infuso en el alma oponiéndose a la «fijación» y a la «rigidez» del ego.
«La caridad es una línea de amor entre Dios y el alma amorosa» (Jan Van Ruysbroeck)
«Amar al prójimo como a si mismo», es realizar el misterium caritatis; es decir realizar en él y en mi esta transparencia del alma que permita a la Luz increada dispersar las tinieblas de la ilusión egocéntrica y altruista. Ya no hay más ni «yo» ni «tu», sino El, el Paráclito, el Consolador, el Amor increado, el Espíritu de Verdad que procede del Padre, único Principio de Unidad capaz de disolver los «nudos» del ego, y de romper los límites de la individualidad: «esta divina Persona como espirando de su espiración divina, eleva y dispone el alma de una manera muy elevada a espirar ella misma en Dios la misma espiración de amor que el Padre espira en el Hijo y el Hijo en el Padre, y que es el mismo Espíritu Santo que ellos espiran en ella en esta transformación». Es a este nivel de la Unión transformante donde se sitúa el misterium caritatis. Toda la caridad de aquí abajo no es más que la sombra de ello, o todo lo más el símbolo.» (Abbé Henri Stéphane, Sobre la Caridad)
«El Cristianismo se sitúa fuera de las «acciones y reacciones» del orden humano; no es, pues, exotérico por definición primera. La caridad cristiana no tiene ni puede tener ningún interés en el «bienestar» por sí mismo, porque el verdadero Cristianismo, como toda religión ortodoxa, estima que la única verdadera felicidad de la que puede gozar la sociedad humana es su bienestar espiritual con, como flor de éste, la presencia del santo, meta de toda civilización normal; porque «los muchos sabios son la salud del mundo» (Sab. 6,24). Una verdad que los moralistas ignoran es la de que, cuando la obra de caridad es cumplida por amor a Dios, o en virtud del conocimiento de que «yo» soy el «prójimo» y que el «prójimo» es «yo mismo» - conocimiento que implica por otra parte este amor - la obra de caridad tendrá para el prójimo no solamente el valor de un beneficio exterior, sino también el de una bendición; por el contrario, cuando la caridad no es ejercida ni por amor a Dios ni en virtud del dicho conocimiento, sino únicamente en vista del simple «bienestar humano» considerado como un fin en sí, la bendición inherente a la verdadera caridad no acompaña el aparente beneficio, ni para quien la ejerce ni para quien la recibe» (F. Schuon, De la Unidad Trascendente de las Religiones)
Enlace permanente: Caridad - Fecha de creación: 2014-12-25