Glosario Tradición religiosa / Término
«Las virtudes, que por una parte ennoblecen a los individuos y por otra parte hacen posible la vida colectiva, resultan fundamentalmente, tanto si se es consciente de ello como si no, de la convicción de un Absoluto transcendente y de la inmortalidad del alma; estas dos convicciones, en la medida en que son sinceras y concretas, producen necesariamente las cualidades morales esenciales del hombre, y si estas convicciones llegan a faltar, desaparecen ipso facto las cualidades, tal vez lentamente, pero de forma inexorable» (F. Schuon, Aproximaciones al Fenómeno Religioso)
(Virtus). «La "virtud" en sentido moderno no tiene casi nada que ver con la antigua "virtus". Virtus significaba fuerza de ánimo, coraje, valor, firmeza viril. Se vinculaba a "vir", término que designaba al hombre como verdaderamente tal, no como hombre en sentido genérico y naturalista. La misma palabra en la lengua moderna ha asumido en vez un sentido esencialmente moralista, muchísimas veces asociado a prejuicios sexuales, de modo tal que, refiriéndose a ello, Vilfredo Pareto ha acuñado el término "virtuísmo" para designar la moral puritana y sexófoba de carácter burgués. Hoy en día cuando se dice "persona virtuosa" se piensa en algo muy distinto de lo que podían significar, por ejemplo, expresiones como ésta: "vir virtute praeditus" (= hombre dotado de virtud). Y la diferencia no pocas veces puede transformarse casi en una antítesis. En efecto, un ánimo firme, fiero, intrépido, heroico es lo contrario de lo que significa una persona "virtuosa" en el sentido moralista y conformista moderno. El sentido de "virtus" como fuerza eficiente se ha mantenido sólo en ciertas locuciones particulares modernas: la "virtud" de una planta o de un medicamento, "en virtud" de ésta o aquella cosa.» (Julius Evola, El Arco y la Clava)
Enlace permanente: Virtud - Fecha de creación: 2014-12-25