Retórica
Arte de persuadir por medio del discurso. Es una capacidad que surge como resultado de la aplicación de un saber y no de una capacidad inexplicada. Hace referencia a una práctica basada en reglas generales y conocimientos seguros. Aristóteles la define como la facultad de considerar especulativamente los medios posibles de persuadir o de prestar verosimilitud a cualquier asunto. Surge en el siglo V de la era antigua como una práctica destinada a resolver litigios de propiedad. Representa en ese momento la voluntad de renunciar a la fuerza para enfrentar algunas diferencias relativas a la propiedad de la tierra, a cambio de someterse a un tribunal frente al cual debían hacerse argumentos. Más adelante la retórica juega un papel principal en el surgimiento de la democracia ateniense. Con el tiempo adquiere prestigio, se desarrolla, y se convierte en materia obligada de estudio en las universidades europeas hasta el siglo XIX. Roland Barthes la define como un metalenguaje, un discurso sobre el discurso, que se despliega como una técnica, una enseñanza, una protociencia, una moral, una práctica social, y una práctica lúdica. Ya en el siglo XX, cuando se pensaba desaparecida, o al menos moribunda, ha surgido en ambientes académicos un renovado interés en los estudios retóricos. Un ejemplo de ello es el concepto de retórica creativa.