Resultado Creativo
Se reconocen fundamentalmente dos indicadores para reconocer un resultado o producto creativo. Para que algún logro, ya sea concreto o abstracto, pueda ser calificado de creativo, debe poseer simultáneamente originalidad y relevancia. Ambos elementos están siempre presentes en un resultado creativo, pero éstos no se encuentran necesariamente en equilibrio, en una relación fija o permanente. En el ámbito profesional, por ejemplo, muchas veces producir y realizar ideas útiles, beneficiosas, oportunas, rentables o que eviten posibles males, es más importante que producir ideas originales. Puede ocurrir que la originalidad sea relativamente pequeña, pero ir acompañada de una gran relevancia. En el arte, por el contrario, encontramos situaciones en que la relación entre ambos elementos se da a la inversa. Muchos autores han problematizado sobre los criterios para caracterizar un resultado creativo. Newell, Shaw y Simon, por ejemplo, proponen los siguientes criterios: 1. Un producto que tiene novedad y valor tanto para el autor como para la cultura. 2. Un producto que no es convencional en el sentido de que requirió modificación o rechazo de ideas previamente aceptadas. 3. Un producto que es la culminación de una elevada motivación y persistencia, y una considerable inversión de tiempo. 4. Un producto resultante de la formulación de un problema que no existía o estaba inicialmente mal o vagamente definido.