Sabiduría de la Inseguridad
Alan Watts, gran conocedor del taoismo y del budismo zen, sostiene que la inseguridad es el resultado del intento de seguridad, y que la salvación y la cordura consisten en el reconocimiento más radical de que no tenemos modo de salvarnos. Esta aparente paradoja se resuelve con una alusión a la ley del esfuerzo invertido. Cuando intentas permanecer en la superficie del agua te hundes, pero cuando tratas de sumergirte flotas. Lao-tze, un maestro del esfuerzo invertido, afirmaba que los que se justifican no convencen, que para conocer la verdad uno debe librarse del conocimiento y que no hay nada más poderoso y creativo que el vacío, al que los hombres rehuyen. El hombre busca sentido, busca un orden eterno, y una vida tras la experiencia incierta y pasajera de la vida terrena. Pero las cosas no son fáciles, tenemos la impresión de vivir en una época de inseguridad desusada. En los últimos cien años se han perdido numerosas tradiciones. A medida que transcurre el tiempo cada vez hay menos cosas que podamos considerar absolutamente correctas y ciertas. Parte de la sabiduría de la inseguridad consiste en comprender que no hay seguridad. Para Watts el problema está mal planteado. En occidente vivimos divididos, tenemos la mente dividida, y esto nos lleva a permanecer fuera de nosotros y de nuestra experiencia. Mientras la mente esté dividida la vida será conflicto, tensión, frustración y desilusión. Cuando más se debate la mosca para salir de la miel, más se adhiere.