Glosario Filosofía / Término
Moralistas y filosofos han insistido a veces en el carácter cósmico o radical de este sentimiento. “Sin la diversión -decía Pascal- caeríamos en el aburrimiento y éste nos llevaría a buscar un medio más sólido para huir de él; pero la diversión nos deleita y así nos hace llegar inadvertidamente a la muerte.” Schopenhauer observaba que “apenas la miseria y el dolor conceden al hombre una tregua, el aburrimiento se acerca tanto en seguida que por necesidad tiene deseos de un pasatiempo” y, por lo tanto, veía oscilar continuamente la vida entre el dolor y el aburrimiento. Con mayor profundidad y anticipándose al existencialismo, Leopardi vio en el aburrimiento la experiencia de la nulidad de todo lo que es: “Ahora bien: ¿qué es el aburrimiento? -se preguntaba-. Ningún mal ni dolor particular (aun, más bien, la idea y la naturaleza del aburrimiento excluye la presencia de cualquier mal o dolor particular), sino la simple vida plenamente sentida, ejercida con conocimiento, plenamente presente en el individuo y ocupándolo”. Heidegger ha repetido estas anotaciones, vislumbrando en el aburrimiento el sentimiento que revela la totalidad de las cosas existentes, en su indiferencia. “El verdadero aburrimiento -ha dicho- no es el que resulta de un libro, de un espectáculo o de una diversión que nos cansan, sino el que nos invade cuando nos aburrimos: el aburrimiento profundo que, como niebla silenciosa, se recoge en los abismos de nuestro ser-ahí, mancomuna hombres y cosas, a nosotros mismos con todo lo que está en derredor nuestro, en una singular indiferencia. Es éste el aburrimiento que revela lo existente en su totalidad”. El aburrimiento en este sentido se halla muy cercano a la náusea de que habla Sartre y que también es la experiencia de la indiferencia de las cosas en su totalidad.
Enlace permanente: Aburrimiento - Fecha de creación: 2017-04-28