Utrecht, Tratado de
Firmado en 1713 por el que, junto con los de Rastadt y Baden (1714), se puso fin a la guerra de Sucesión española. El nieto de Luis XIV, Felipe, fue reconocido rey de España con la condición de que jamás se produjese la unión entre las coronas española y francesa, y la cesión de los territorios holandeses, así como como la cesión de las posesiones españolas en la península italiana a Austria y Saboya. El peñón de Gibraltar y la isla de Menorca fueron cedidas a Gran Bretaña, junto con un monopolio por treinta años en el suministro de esclavos de las colonias españolas. Portugal logró que se rectificaran sus fronteras en America del Sur a expensas de España: Luis XIV reconoció la sucesión protestante al trono inglés, abandonando así la causa de los Estuardo, y el título de rey al gobernador de Brandeburgo-Prusia. Cedió también nueva Escocia, La bahía de Hudson, Terranova, y Saint Kitts a Inglaterra, a cambio de incorporar a sus dominios el principado de Orange y el valle de Barcelonette. La República holandesa obtuvo el derecho, a expensas de Austria, de fortificar el sur del país. Por los tratados de 1714 entre el emperador Carlos VI y Luis XIV, Landau fue cedido a Francia, y los electorados de Baviera y Colonia, aliados de Luis XIV, fueron restaurados con sus respectivos territorios y dignidades. DE manera formal, la paz entre Austria y España no fue un hecho hasta 1720.