Catexia

“Cantidad de energía psíquica orientada o unida a la representación mental de una persona o cosa. La catexia es un fenómeno intrapsíquico ya que la energía psíquica no pude fluir a través del espacio y catectizar o unirse al objeto exterior directamente; lo que se catectiza son los diversos recuerdos, pensamientos y fantasías del objeto, que comprenden lo que se conoce como representaciones metales o psíquicas (Flachier, 1990, p. 37). Entendemos por catexia a la descarga de la energía psíquica sobre un objeto, el cual podría ser una persona o cosa como menciona Flachier. Donde dicha energía se proyecta al objeto por medio de memorias, sueños, imaginaciones, ilusiones y en sí mediante los pensamientos. Llegando a formar las representaciones mentales que darán cuenta de algo real en su ausencia.

Es importante conocer claramente el concepto de catexia ya que de esta manera podemos asemejarla y diferenciarla de la investidura, Según Freud gracias a la catexia o catexis el sujeto es capaz de dirigir su energía pulsional hacia una cosa objeto, la cual le resultará bastante llamativa e importante, cosa que no pasaba antes que se la cargara de energía, una de las situaciones más claras para explicar la catexia es el enamoramiento. Se trata de apuntalar nuestra energía libidinosa sobre algo en específico. También encontramos la contracatexias que es un elemento que controla la catexia y se la puede asociar con la contrainvestidura.

Es importante acotar también que, con la catexia aparece el concepto de desplazamiento, que es un mecanismo de defensa que consta de: catexia, descatexia y contracatexia. La catexia sería la vinculación de un afecto a una representación intolerable. La descatexia, sería el mismo afecto, desvinculado de cualquier representación y se redirigiría finalmente ese afecto a una representación tolerable. Y lo que el paciente cuenta como síntoma en consulta sería la contracatexia. (Almendro, M; Díaz, M & Jiménez, G, 2012, p.37-38)