Glosario Psicología / Término
Término que designa la acción una vez que ésta es llevada por el niño del plano senso-motor al plano del pensamiento, acontecimiento que marca el límite entre los periodos senso-motor y preoperatorio, alrededor de los dos años, es decir, el comienzo de la función semiótica, función que le permitirá precisamente representarse interiormente la acción material. Cuando estas acciones interiorizadas se tornan luego reversibles, reciben el nombre de operaciones. La acción interiorizada se denomina también acción mental, en oposición a la acción sensomotriz, que es material. También suele llamársela acción imaginada, pensada o incluso simbólica, en oposición a la acción sensomotriz que es real o física.
1. Definición.- Como su nombre lo indica, una acción interiorizada designa una acción que en un principio fue 'externa', es decir, senso- motriz y casi siempre observable, y que luego hacia los dos años es 'internalizada' es decir, pensada, traspuesta al plano del pensamiento y como tal, inasequible a los sentidos de un observador externo al niño, aunque inferible a partir del comportamiento de éste. El pasaje de una a otra no ocurre abruptamente, de ahí que pueda hablarse de ciertas conductas del niño donde la acción está todavía internalizándose, es decir, donde no es totalmente senso-motora ni aún totalmente mental. Un ejemplo típico de esta transición aparece alrededor de los dos años, en el límite entre el periodo senso-motor y el periodo preoperatorio. Demos tres ejemplos aplicados a la misma situación, considerando sucesivamente una acción senso-motriz, una acción que está interiorizándose y una acción interiorizada:
La acción interiorizada es una acción sensomotriz representada mentalmente, y como tal requiere del niño un cierto dominio de la capacidad de representación, que Piaget denomina función semiótica.
2. Clasificación.- Muy esquemáticamente, podemos clasificar las acciones interiorizadas en no reversibles (periodo preoperatorio) y reversibles (periodo operatorio). Estas últimas reciben el nombre de operación, y serán examinadas más en detalle en el artículo correspondiente (ver Operación). Nuevamente, aquí el pasaje de la acción interiorizada no reversible a la operación va ocurriendo en forma gradual durante el transcurso del periodo preoperatorio, evolucionando la acción interiorizada no reversible hacia formas reversibles, y pasando por etapas intermedias de semi-reversibilidad.
3. De la acción a la operación.- Piaget reitera en varios textos (4,101) (9,96) la necesidad de comprender que el pasaje de la acción (sensomotriz) a la operación va ocurriendo en forma gradual. Piaget, oponiéndose en este punto a Henri Wallon, sostiene que el niño no pasa sin más de la acción sensomotriz a la operación (2,86) (9,96), como lo prueba el hecho de que entre uno y otro nivel deberán transcurrir alrededor de cinco largos años, una etapa intermedia que corresponde al periodo preoperacional, y donde hace su aparición, precisamente, la acción interiorizada. Esta demora de cinco años implica que el niño, antes de alcanzar el pensamiento operacional, debe vencer una serie de obstáculos serios y nuevos que Piaget sistematiza en tres tipos (9,97), el primero de los cuales tiene que ver directamente con la acción interiorizada:
Representación, el niño todavía debe vencer el obstáculo que supone pasar de una centración a una descentración. En un principio, todo está centrado en el cuerpo y la acción propios, es decir, el niño refiere todo a sí mismo. Luego, debe pasar a una etapa donde él ya no es el 'centro' sino un objeto más entre todos los objetos y su acto un acto más entre todos los actos. Esta descentración, que ya tuvo lugar en el plano de la acción en el periodo sensomotor, será ahora mucho más difícil en el plano de la representación, por cuanto atañe a un universo mucho más extenso y complejo.
Ejemplo: cuando el niño está centrado en sí mismo puede saber cuál es su mano izquierda, pero no puede saber cuál es la izquierda de una persona situada frente a sí, cosa que podrá discriminar dos o tres años más tarde, cuando pueda haber hecho una descentración.
En suma: la descentración necesaria para llegar a las operaciones no recaerá ya sobre un universo físico, aunque este sea más complejo que el universo sensomotor, sino, además también sobre un universo social. En suma, a medida que el niño avanza desde la acción a la operación, sus acciones interiorizadas van dependiendo cada menos de las acciones senso-motrices. En efecto, "para el niño de la escuela de infancia, la manipulación física de los objetos es un alimento esencial, y las palabras y los números son en realidad alimentos del desarrollo. En la escuela media, la dieta puede ser una combinación a partes iguales de acción simbólica y directa. Mientras que en la escuela secundaria, la acción física es una especie de aperitivo al cual ha de seguir la manipulación simbólica" (19,134). Así, las acciones del niño "se hacen cada vez más interiorizadas, esquemáticas y móviles, y por supuesto cada vez más despojadas de sus cualidades sustanciales, concretas. Pero por sobre todo, estas acciones que ahora son internas, representacionales, gradualmente se cohesionan para formas 'sistemas de acciones' cada vez más complejos y estrechamente integrados... y con propiedades estructurales definidas, algo muy diferente de una simple concatenación o coligación de términos yuxtapuestos.
Enlace permanente: Acción interiorizada - Fecha de actualización: 2019-08-14 - Fecha de creación: 2018-03-27