Feria comercial

Lugar de reunión de los comerciantes para contratar la compraventa de toda clase de mercancías.

La diferencia entre feria comercial y mercado es que la feria duraba más días (ver Ferias Castellanas, Medina del Campo), tenía más privilegios y abarcaba más territorio de acción económica. El mercado duraba unos 2 días, aunque se organizaba más a menudo que las ferias y sólo acudían a él compradores y vendedores locales.

En los siglos XIV, XV y XVI, en la península, alcanzaron una gran importancia las Ferias de Medina del Campo, Villalón de Campos y Medina de Rioseco.

En Europa a partir del siglo XII se crean numerosas ferias. Cuatro de las llamadas grandes tienen lugar en la Inglaterra del siglo XIII: Northampton, Saint Ives, Boston y Winchester. Existen otras del mismo tipo en los países de Europa occidental. Pero ninguna iguala a las seis grandes ferias de Champaña (Francia): Lagny, Bar-sur-Aube, Provins, dos anuales, y Troyes, otras tantas, así como las de la Brie. Los mercaderes venden en ellas los productos de los países mediterráneos y árabes y compran las mercancías de la Europa del Norte, sobre todo los paños y la lana, para exportarlos al Sur. Durante largo tiempo, estas seis ferias son el eje de todo el comercio internacional.

En el siglo XVIII, cuando había aumentado el número de tiendas y de mercados al igual que los transportes y las comunicaciones, las ferias comerciales fueron perdiendo importancia. Sin embargo, siguieron existiendo, porque las ferias eran mercados muy concentrados, donde se facilitaba la información y la fijación de precios. Durante el siglo XIX la feria de Leipzig se convirtió en la mayor de las de la categoría internacional. Sin embargo, los bienes ya no se vendían de un modo directo, por lo que la de Leipzig era más bien una exposición de productos antes que una feria en sentido estricto.