Uno de los principales «signajes» (sistemas de signos) interhumanos. Se caracteriza por utilizar principalmente el canal auditivo (aunque se puede argumentar que también son accesorios de la música elementos visuales como la gesticulación de los músicos o los símbolos gráficos que la representan; o corporales, como la percepción en el vientre —y no sólo en el oído— de la vibración de sonidos graves y fuertes).
No existe una definición satisfactoria de «música». Algunas diferencias con el lenguaje (que es el otro sistema de signos que utiliza principalmente el sonido):
- La música contempla la posibilidad de líneas o capas de ocurrencias simultáneas (dos personas hablando al mismo tiempo constituyen dos discursos verbales simultáneos, uno perturbando el otro y dificultando su comprensión; dos personas cantando dos melodías distintas en forma coordenada pueden constituir un discurso musical unificado, en el que son significativas cada una de las melodías pero además el resultado, momento a momento, de la superposición de ambas).
- No existe en música un repertorio delimitado de unidades mínimas equivalentes a los fonemas.
- Las unidades de significación en música (que se llaman «musemas») tienen contornos mucho más difusos y discutibles que las unidades mínimas de significación en el lenguaje (morfemas). Ello es consecuencia de los dos puntos anteriores.
- El habla se sirve de varios elementos comunes con la música (tradicionalmente vistos como accesorios del lenguaje, aunque suelen ser más que eso): cambios de velocidad, de altura, interposición de silencios, dinámica. Si nos imagináramos un diálogo muy emotivo donde fueran suprimidas las palabras y sólo nos quedáramos con esos accesorios, tendríamos una versión medio rudimentaria de cierto tipo de música (de hecho, mucha música se sirve de esos elementos en común con el habla para producir sentido).
- Quizá se pueda señalar a la música por exclusión como la forma de comunicación interhumana que utiliza en forma suficiente sonidos que no son verbales y que tampoco son meras señales (bocinas, timbres, silbidos de convocatoria, campaneos, cucú).
- La música es alogogénica (no se traduce en palabras). Es muy difícil decir, en palabras, lo que un fragmento musical significa. Pero parece evidente que la música comunica cosas (sentimientos, grados de excitación, ambientes, asociaciones con los contextos donde se practica tal o cual género, representaciones icónicas de procesos corporales, proyecciones de nuestra relación con el tiempo, etcétera), que esos significados no son meramente subjetivos sino que son socialmente consistentes, y que, por lo tanto, no se reduce a «sonidos agradables al oído».
No todas las culturas tienen el concepto de algo que equivale a nuestra palabra «música», pero todas tienen manifestaciones que equivalen a algunas de las cosas que nosotros llamamos música. Es un error limitar el término «música» a las músicas consideradas como un fenómeno artístico. El universo musical incluye también manifestaciones que claramente no son artísticas (las musiquitas de los aparatos telefónicos, pregones, etcétera).
Es el arte de combinar sonidos y silencios de forma agradable al oído. Mediante ella, el hombre expresa sentimientos y estados de ánimo, por lo cual se le considera subjetiva, es decir, no se puede ver ni tocar, pero si sentir e interpretar. Según Aristóteles, es el arte que expresa los sentimientos mediante los sonidos.