Neurosis

Originariamente se la consideró una enfermedad de los nervios; más tarde se designó con este término las afecciones debidas a perturbaciones funcionales del sistema nervioso no acompañadas de cambios estructurales u orgánicos. El descubrimiento de Freud consistió en que la neurosis es un trastorno de la personalidad, no una enfermedad del sistema nervioso; que es un fenómeno provocado por un conflicto, y vinculado a la frustración de alguna moción pulsional fundamental. Hay varios tipos de neurosis, las que obedecen a: causas pretéritas; hábitos sexuales actuales; conmociones o traumas; síntomas que son rasgos de carácter; y las psicosomáticas. Ejemplo: la neurosis obsesiva. Las obsesiones son ideas o grupos de ideas que invaden persistentemente la conciencia del paciente contra su voluntad, pese a que éste reconoce su índole anormal. Los síntomas principales son las ideas obsesivas y la conducta ritual compulsiva. Tales ideas difieren de las normales en que el paciente las siente extravagantes, obscenas, carentes de espontaneidad, repetitivas; y también su comportamiento es repetitivo, estereotipado, limitado. La neurosis obsesiva gira en torno de la regresión a la etapa anal-sádica y de la ambivalencia hacia los padres introyectados.

“La neurosis es el resultado de un conflicto entre el yo y el ello” (Freud, 1974, p. 155). Sigmund Freud describe a la neurosis como una estructura de la personalidad, en la cual hay un conflicto interno entre el yo y el ello, porque el yo se defiende de una moción pulsional que puja hacia su meta, la represión actúa como un mecanismo de defensa, pero esta moción pulsional arrebata contra su destino y el yo no puede controlar esa manifestación de lo reprimido, que se convierte en el síntoma (Freud, 1974, p. 156). Cabe recalcar que la neurosis se puede dividir en tres estructuras: histeria, fobia y obsesión.

Es importante mencionar que el término neurosis fue expuesto y estudiado por Freud, el cual mencionaba que se da por un desajuste psíquico entre el yo, el ello y el súper yo (no es correcto). El cual actúa como un mecanismo de defensa por medio de la represión en contra la castración de una fijación en el estado de Edipo, dentro de esto la represión es quien ejerce un tipo de defensa hacia las representaciones sexuales que son inconciliables con el yo. El origen de la neurosis se da por situaciones sexuales traumáticas que ocurren en la infancia (no es una explicación excluyente), y es un proceso que continua latente es por esto que la neurosis de una adulto es simplemente la revivencia de una neurosis infantil (Freud, 1974, p. 155-159).

Es importante definir que la neurosis puede entenderse tanto como estructura y como patología. De esta manera Freud considera la neurosis como normalidad cuando existe un estado de adecuación funcional acertada solamente en el interior de esta estructura fija, pero puede tratarse también de patología, lo que haría referencia a una ruptura del equilibrio dentro de la misma línea estructural, en donde la cantidad de libido ha sufrido un acrecentamiento en su economía anímica y éste basta por sí solo para romper el equilibrio de la salud, es decir el síntoma realmente representa un conflicto en la vida de la persona y le quita la capacidad de gozar y producir (Guinsberg, 1990, p.213-214), tomando en cuenta que éstas dos son capacidades que se dan en la neurosis entendida como normalidad.

Al definirse inicialmente a la neurosis como un conflicto entre el yo y el ello, se debe enfatizar que esto conlleva a una perturbación con la realidad porque viene a ser una manera de retirarse de ella, y como señala el comentario posterior puede devenir patológica; esto sucede cuando representa directamente una huida de la vida real. Freud señala que “la situación inicial de la neurosis, es cuando el yo, al servicio de la realidad, emprende la represión de una moción pulsional” (Freud, 2011, p.193). Sin embargo, esto no viene a caracterizar a la neurosis en su totalidad porque esta actúa como un proceso de indemnización del ello; por ende, una reacción contra la represión y la derrota de esta última. Por lo tanto, la neurosis es el resultado de una represión que no consigue su finalidad. Pero ¿Qué es la neurosis? El mismo texto “El yo y el ello” de Freud lo explica: es la incapacidad para adaptarse a la realidad y por ello hablamos de una huida hacia la fantasía (camino de la regresión, una historia anterior más satisfactoria), de la que tomará elementos que constituirán nuevas formaciones de deseo (Freud, 2011, pp.196-197).

si bien es cierto, la neurosis es una lucha constante entre el yo y el ello, los cuales discrepan constantemente en la formación de la personalidad (Freud, 1974, p. 155), pero algo importante que no se ha tomado en cuenta y que es muy importante para mi punto de vista es que en realidad no nos hemos cuestionado a quien llamamos neuróticos, generalmente los neuróticos discrepan con de los seres comunes en sus reacciones, es decir una persona que haga o piense fuera de un esquema marcado. La razón más valida por la cual llamamos neuróticas a estas personas tiene que ver con que la mayoría de las personas estamos dominados por normas de conducta que buscan mejorar cada día de manera correcta y algo que esté fuera de nuestros esquemas nos resulta preocupante o raro. En mi opinión, el hecho de salir de los esquemas no significa neurosis, si no significa alcanzar metas por diferentes caminos (Horney, 1968, p.12). Nunca se ha cuestionado que tan neurótica es una persona o ellos ven a los demás como neuróticos. (No es una utilización psicoanalítica del término)

William Cullen creó el concepto en 1769 pero de nuevo fue Freud quien en los años 20 dio un giro a la entonces llamada 'enfermedad nerviosa'. Así, la relacionó con otras enfermedades psicológicas. El austríaco argumentaba que el paciente trataba de resolver en el presente un asunto del pasado y lo hace con pautas automatizadas de comportamiento que realiza sin darse cuenta, lo que impide que lleve una vida normal.